
01 Dic Lo que florece en la espera
No todo puede forzarse.
Hay procesos que necesitan tiempo, raíces, silencio.
Lo que florece en la espera no responde a la impaciencia del mundo,
sino al pulso secreto de lo que madura dentro.
Queremos resultados, certezas, señales.
Pero la semilla no pregunta cuándo brotará.
Confía en la oscuridad de la tierra,
en la humedad que la envuelve,
en la vida que crece sin ser vista.
Lo que florece en la espera es fruto de la confianza.
Esa que no se dice, pero se siente.
Esa que sostiene cuando la mente duda y el corazón se inquieta.
Esperar no es pasividad:
es presencia profunda.
Es quedarse sin huir,
y permitir que la vida haga su trabajo en ti.
El tiempo no es enemigo.
A veces es el propio tejido donde se forma lo nuevo.
Las ideas, los vínculos y los sueños también necesitan su invierno:
ese lapso de silencio donde la savia se reorganiza.
Lo que florece en la espera enseña que el crecimiento no se mide en velocidad,
sino en hondura.
Si sientes que la paciencia te cuesta, recuerda que también puede cultivarse.
Este artículo de La Vanguardia ofrece una mirada inspiradora sobre cómo la paciencia también se entrena y cómo aprender a convivir con los ritmos lentos de la vida:
A veces la transformación no se nota.
No hay aplausos ni señales externas,
solo un susurro interno que dice: sigue aquí.
Cada silencio que atraviesas está preparando una nueva voz.
Cada pausa es una raíz invisible buscando agua.
Si este texto resuena contigo, te invito a descubrir cómo el Método Inneris acompaña los procesos de transformación interior con símbolos, escritura y presencia consciente.
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✨ Ritual simbólico – Lo que florece en la espera
Toma una semilla, piedra o pequeña flor seca y colócala entre tus manos.
Respira tres veces.
Piensa en aquello que estás cultivando sin ver todavía.
Siente su presencia invisible.
Agradece el tiempo que necesita para florecer.
Confía en tu proceso.
Aunque no veas el brote, la raíz ya está creciendo.
Hay belleza en el tiempo que no corre,
en el ritmo que solo el alma entiende.
Lo que florece en la espera siempre llega.
Cuando algo dentro de ti se aquieta,
no significa que haya terminado.
Significa que está madurando.
Dale tiempo.
Confía en el ritmo que no controlas.
Agradece el silencio que sostiene lo invisible.
Porque toda semilla tiene su propio lenguaje,
y florece justo cuando el alma está lista para recibirla. 🌷
Nos leemos pronto,
en el siguiente umbral
Itzíar


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