El arte de sostener el ritmo

El arte de sostener el ritmo

No se trata de mantenerlo todo, sino de cuidar lo esencial.
El arte de sostener el ritmo es aprender a moverte sin perderte,
a seguir caminando sin traicionar tu propio compás.

Vivimos rodeadas de urgencias.
Mensajes, tareas, expectativas…
Y a veces confundimos la constancia con exigencia,
la responsabilidad con carga.
Pero sostener no es apretar:
es recordar lo que merece tu energía y dejar ir lo que pesa.

El arte de sostener el ritmo comienza cuando reconoces tus límites como una forma de amor.
Cuando aprendes a descansar sin culpa.
Cuando entiendes que parar también es avanzar.

A veces sostener significa decir no.
Cerrar el ordenador, salir a caminar, apagar el teléfono.
Pequeños gestos que devuelven al cuerpo su respiración natural.
Sostener el ritmo también es elegir silencio cuando todo grita velocidad,
permitir la lentitud, abrazar los espacios donde nada parece pasar.
Ahí se cultiva la fuerza serena que no busca controlar, sino acompañar.

Ritual simbólico – El arte de sostener el ritmo

Prepara una taza de té o infusión.
Sujétala con ambas manos y siente su calor.
Bebe despacio, sin hacer otra cosa.
Deja que ese gesto simple sea tu pausa consciente del día.
Un recordatorio de que también tú eres fuente de sostén.

✍️ Práctica de escritura

  1. ¿Qué necesito cuidar hoy con suavidad?

  2. ¿Qué estoy intentando sostener que ya puedo soltar?

  3. ¿Qué gesto pequeño me devuelve al centro?

Puedes leer la entrada anterior, La quietud que crea,
para recordar que toda acción nace de un espacio de silencio.

Y si quieres inspirarte en cómo el descanso transforma tu energía,
descubre este artículo de la vanguardia sobre los beneficios de caminar descalzo.
👉 Leer el artículo completo 

Sostener el ritmo no es hacerlo todo,
es saber escuchar el pulso que te sostiene a ti.
Que esta semana encuentres tu compás interior,
el que no marca el reloj, sino tu respiración.

Con cariño,

Itzíar

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